martes, 20 de septiembre de 2011

LA ACTITUD



Es más importante que la apariencia, los dones o los talentos. Lo más asombroso es que todos los días tenemos la posibilidad de elegir la actitud que asumiremos ese día en particular.

A pesar de ser un pensamiento secundario, para casi todos, es la fuerza principal que determinará nuestra decisión para triunfar o fracasar.

No podemos cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es tocar en la única cuerda que tenemos a nuestra disposición: nuestra actitud. Estoy convencido que la vida consiste en un 10% de lo que me ocurre y un 90% de cómo reacciono frente a ello. Y lo mismo ocurre contigo.

Recuerda que nuestra ACTITUD:

·        Determina nuestro enfoque de la vida.
·        Determina nuestra relación con la gente.
·        Nuestra actitud es la única diferencia entre el éxito y el fracaso.
·        Nuestra actitud al principio de una tarea afectará su resultado.
·        Nuestra actitud puede convertir nuestros problemas en beneficios.
·        Nuestra actitud puede darnos una perspectiva singularmente positiva.

Es importante ser agradecidos por todas las cosas que tenemos. Anota las cosas que tienes y que el dinero no puede comprar. Trata de hacerlo a diario. Esto contribuye a crear una actitud positiva.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Primera parte. Un buen trabajo en equipo





Si me pongo a pensar que es lo más difícil para que una obra de construcción tenga los menos errores posibles y se acabe en tiempo, es lograr un buen trabajo en equipo en donde todos los integrantes entiendan cuál es el bien común y cuáles son las expectativas en cuanto al tiempo y calidad.

Cada cabeza es un mundo y en ocasiones, en nuestro trabajo, pareciera que la definición de calidad y tiempo son relativas cuando no debería ser así.

Por lo tanto, tienes que ser muy claro con cuáles son tus expectativas de calidad y tiempo. Además necesitas lograr que todos los integrantes del equipo de trabajo vean la misma meta, tengan claro cuál es su rol y que lo ejecuten con exactitud, que se puedan coordinar entre sí y que confíen los unos en los otros.

Detrás del Glamour de las carreras de coches y en especial esta que es la máxima categoría, la Fórmula 1, se encuentra toda una organización y logística para lograr un objetivo en común: que sus coches lleguen lo más rápido posible a la meta. Suena fácil pero definitivamente no lo es. Existen carreras que se ganan por centésimas de segundo, en donde el piloto es una pieza importante pero siempre se ganan gracias a un buen trabajo en equipo. Un ejemplo muy representativo de esto, es el trabajo en pits.

Cada cambio de las cuatro llantas y llenado de tanque de combustible tarda de 5 a 9 segundos, y esto se realiza con 25 integrantes que trabajan alrededor del coche a la perfección. La meta es clara: hacerlo lo más rápido posible y ¿cómo lo logran?  Identificando cuatro puntos claves:

1.       Claridad en el rol de cada quien: cada miembro sabe claramente cuál es su tarea y lo hace a la perfección.

2.       Responsabilidad y profesionalismo: todos saben que trabajan para un bien común y asumen los riesgos de no hacer su tarea a la perfección existe un integrante que tiene la tarea de limpiar el visor del casco del piloto. Esta tarea es igual de importante que cambiar una llanta y él es consciente de esto.

3.       Liderazgo y comunicación abierta: atrás del piloto se encuentra el estratega de carrera, él es quien decide cuándo deben de entrar los coches a pits, cuánto combustible se pondrá y qué tipo de llantas se cambiarán. El piloto y el equipo deben seguir las instrucciones y comunicar si existe alguna anomalía.

4.       Confianza entre los miembros. Cuando el coche llega a pits, se encuentra una persona al frente del espacio donde van a parar, esperando para poder levantar la parte delantera para hacer el cambio de llantas. Él tiene que confiar en la habilidad del piloto para frenar el coche que llega a 80 Km./hr.


La historia anterior nos invita a examinar cada día, a reflexionar nuestra labor dentro de nuestros equipos de trabajo con las personas con las que colaboramos, pensar qué debemos y qué podríamos mejorar independientemente de nuestra área toda podemos formar un gran equipo.

Un trabajo en equipo no se logra cuando el ego se impone y sobresalen los intereses personales, por esta razón el reto constante es buscar lo que une y pensar colectivamente, recordemos que juntos cada uno logra más.


 “Llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito."
-Henry Ford-