viernes, 24 de agosto de 2012


 
 
 
1 Minuto de Aprendizaje 
 
“El valor de compartir cosas cotidianas de la vida”

 

Las palabras simples son las que dan forma a conversaciones profundas. Un comentario, una anécdota y una sonrisa son elementos clave para cultivar la comunicación en las relaciones personales. Cuando uno deja de compartir las pequeñas pero valiosas cosas de la vida diaria, los canales de comunicación se van deteriorando y cerrando. Lamentablemente y sin querer, la comunicación se enfría, se pierde, y cuando es necesaria ya no está disponible.

 

Te compartimos la siguiente historia:

Lucy y Julián tienen muchos años de NO conversar de temas triviales y cotidianos. En sus 20 años de casados han aprendido a vivir con una comunicación limitada a informarse mutuamente acerca de asuntos necesarios y eventos importantes. Mantienen una conversación distante y poco espontánea, en la cual poco a poco las sonrisas y los chistes han desaparecido. La relación es cordial, fría y muy limitada.

 

Lucy siente que en su casa vive inmersa en el silencio. Julián está tan acostumbrado a ser tan reservado que no sabe ni siquiera cómo o de qué conversar, no siente que tiene nada importante que decir así que prefiere callar y no hacer un esfuerzo por dialogar.

Hace unos días, Julián se compró el teléfono celular que había estado esperando con mucha emoción desde hace más de un año. Se sentía feliz y sin embargo, cuando llegó a su casa no le comentó a nadie acerca de su nueva adquisición.

Por coincidencia su hijo se dio cuenta de que su padre tenía un nuevo teléfono y le preguntó si podía aprender a usarlo y ver si efectivamente era tan bueno como lo habían anunciado. Fue así como Lucy se enteró de que su esposo tenía un nuevo teléfono.
 
A partir de esto, Lucy se percató de lo significante que había sido ese pequeño incidente. Si su esposo no  sentía las ganas ni el interés de platicar acerca de su nuevo teléfono, por lo contento que se sentía ¿cómo iba a ser capaz de hablarle de temas profundos e íntimos, abrirse para conversar acerca de sus preocupaciones o malestares?
 
La comunicación no consiste sólo en compartir los grandes problemas de la vida, sino las pequeñas cosas  cotidianas que forman parte de la convivencia diaria. Toma en cuenta la naturalidad y espontaneidad al  comunicarte tener buena disposición, estar relajado, tener interés en comunicarse y en escuchar al otro,  buscar el momento adecuado para platicar con amabilidad, respeto y claridad.
 
1. Las palabras alimentan la comunicación en la relación. Las conversaciones triviales y sin importancia contribuyen a la comunicación diaria y pueden resultar en pláticas serenas, relajadas que enriquecen los canales de comunicación y las relaciones entre las personas.
2. Muchas veces no es lo que se dice, sino lo que no se escucha pero igualmente se transmite. El verdadero problema de la comunicación no radica solamente en lo que se verbaliza, sino en las expresiones y tonos negativos, destructivos y tóxicos que provocan enojo, frustración y aislamiento.
3. Cuando una persona está tranquila siente confianza y libertad para poder platicar mejor. Las charlas coloquiales sirven de ejercicio para aprender el arte de escuchar en situaciones que no provocan tensión. Por lo tanto la conversación fluye ya que no hay juicios, interrogaciones o sentimientos de enojo.
 
Algunos elementos para mantener relaciones sólidas son: el interés en escuchar, estar pendiente de las necesidades y logros de otros, y ofrecer la ayuda a tu alcance en beneficio de alguien más”
 
 
 
 

 

viernes, 10 de agosto de 2012







1 Minuto de Aprendizaje




“Las buenas intenciones no tienen precio”

Saber dar es importante pero saber recibir
 aún lo es más.




Es común hablar de dar, de ofrecer y de compartir; sobretodo en épocas tan difíciles. Hay familias, amigos, vecinos que se unen para apoyarse en cualquier situación que tengan buscan algún consejo, apoyo en búsqueda de empleos. El poder dar y ayudar, generalmente nos hace sentir bien.


Pero ¿qué pasa cuando estamos del otro lado y tenemos que recibir? ¿Somos capaces de aceptar lo que se nos ofrece y sentirnos cómodos?


Poder tomar un regalo o una ayuda que nos brindan es otra manera de sentir que no estamos solos y que no importa que tan difícil o dolorosa sea la situación que estemos pasando, hay alguien que nos apoya y nos valora.


Saber recibir con gusto es un acto que implica humildad, aprecio y gratitud.


Aceptando regalos no solo materiales y hacerlo con gusto, porque saber recibir es importante.



Y ¿cómo aceptarlos? siendo agradecido, dando apertura a ello, aceptando y siendo noble, porque el recibir se hace por gusto y no por obligación.

1. A veces recibir también es una forma de dar. Al poder crear una oportunidad para los otros de dar con gusto por medio de acciones o regalos que ellos también alguna vez también recibieron, les damos la posibilidad de sentirse útiles, valioso y apreciados.


2. Es necesario dar y recibir constantemente para mantener el equilibrio del universo. La vida cambia constantemente y otro día será nuestro turno de dar, así que hay que saber recibir con alegría y aprender las lecciones que nos ofrecen.


3. La gratitud sincera nos recuerda que la vida no nos debe nada. Cuando se elimina el sentimiento del derecho a merecer, nos llenamos espiritualmente de aprecio y se crea una conciencia de hermandad y felicidad.



"Gracias…es una de las palabras más simples y a su vez más poderosas que una persona puede recitar, sale del corazón y llena a todo su alrededor”

miércoles, 1 de agosto de 2012







Inspirando a la Mejora


 
Cómo ser puntual.
4 pasos para lograrlo

El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita de trabajo, una reunión de amigos, un  compromiso de la oficina, un pendiente por entregar.

El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.

La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades, y por supuesto de una agenda, pero ¿Qué hay detrás de todo esto? Muchas veces la impuntualidad nace del interés que despierta en nosotros una actividad.

Tenemos que ser puntuales, por respeto, no solo a los demás, sino a nosotros mismos.
A continuación te sugerimos los siguientes 4 pasos para ser puntuales:






Paso 1: Crea un Incentivo. 

El primer paso involucra la motivación más confiable que se pueda tener: crear incentivos personales, piensa: ¿Qué ganarás por llegar a tiempo hoy o que estás arriesgando por no llegar a tiempo? ¿Qué ganas con ser puntual? Ser puntual se traduce en levantarte temprano o más, saliendo tarde requerirá una excusa de tu parte, y si eres la clase de persona que siempre usa excusas, seguro han dejado de creerte.


Paso 2. Mentalmente adelanta tu reloj. 

No vale adelantar tu reloj, o todos los relojes de tu casa 10 minutos. Tu sabes que tienes 10 minutos más y eso basta para no ser puntual. Lo mejor es adelantar mentalmente tus reuniones o citas. Si tienes una reunión a las 10:00am, piensa que llegaras a tiempo y deberás prepararte antes.


Paso3. Prepárate para cualquier imprevisto. 

Programa tu tiempo si es que vas a una cita con un cliente, a tu trabajo, a un evento, donde vemos que el tiempo pasa rápido, cambios en la viabilidad de la ciudad lo ideal es salir con tiempo, te sugerimos despertar media hora antes para arreglarte o que tal si retrasas una media hora o unos minutos tu reloj es posible que esto pueda ayudarte, esto traerá menos complicaciones.


Paso 4. Rechaza hacer más de una cosa a la vez.

El último paso para ser puntual, es rechazar hacer cualquier cosa supuestamente "urgente", como hacer esa pequeña cosa o dos, por ejemplo botar la basura o leer los comentarios de tu blog. Usualmente esas pequeñas tareas de último minuto complican tu tarea de ser puntual.

Haz una nota mental para hacer esa cosa primero cuando llegues a casa, escríbelo si lo necesitas, pero resístete a hacerlo. Habrá tiempo para esas pequeñas cosas después. ¿Porque son tan importantes esas cosas para que te sientas presionado a hacerlas? Cuéntate a ti mismo, que el precio es no llegar a tiempo por hacerlas.

En el futuro, debes ser mas agresivo en cuanto la forma en que gastas tu tiempo, mientras que aprendes a darle el valor que tiene a otras personas y a su tiempo.