viernes, 29 de junio de 2012








1 Minuto de Aprendizaje


“Miremos  la vida con otras gafas y vivámosla con un enfoque diferente”



Como personas estamos inmersos en una problemática cotidiana tan intensa, que se nos olvida el valor  esencial de la vida. El dinero es la medida de la satisfacción y en muchas ocasiones nuestra estabilidad emocional está en función de nuestra economía, incluso a veces la salud acaba rendida ante la búsqueda de este objetivo como única prioridad.


Sin embargo, si en algún momento nos dedicamos a disfrutar de este camino de vida , disfrutar la gratitud de encontrarnos con nuevas personas, con temas que te motiven a aprender, un proceso que siempre te hará más completo, un crecimiento que te abre otros horizontes, te enseña a mirar las cosas desde otras perspectivas que antes desconocías.


Y  si te colocas esas nuevas gafas, se valoran cosas que antes podían pasar desapercibidas. La vida nos   otorga la invaluable oportunidad del tiempo para aprender de algo nuevo, tiempo para leer, para mirar un paisaje.  He aquí algunas maneras de enriquecer tu vida de manera cotidiana:

Escuchar música todos los días. La que te mueva los sentimientos, la que te haga aflorar tu lado humano, la que te inspire y te ponga feliz.

Ser Positivo.  Cuando tengas ante ti un escenario de duda, “piensa bien y acertarás” atrae el optimismo,    declara solo cosas buenas para tu vida.

Hablar bien de todos. Si una plática te encamina a juzgar o afectar a una persona, asegúrate de que sea  verdad lo que dirás y de que la persona esté presente para que argumente en su defensa; y si estos 2 factores no suceden mejor retírate.  Evita fomentar comentarios tóxicos,  la negatividad nos debilita y contamina.

Leer todos los días. Aunque sea un párrafo. Los libros traen riqueza interior y sacuden el ambiente viciado de las ideas. Leer enriquece tu vocabulario, tu conocimiento y tu acervo cultural.

Reír a diario. Reír es casi igual de importante que llorar. Ríe y llora lo más que puedas, la nobleza se basa en externar los sentimientos y  te hace liberar emociones.

Ser constante. Con aquellos que amas, por lo general lo que amas guarda sus razones, no ocultes tu afectos, sé alguien transparente.

Mantener despierto el interés. Siempre hay algo que aprender, a cualquier edad y condición. Deja que el espíritu se asome por tus ojos y por tu pensamiento. La inteligencia es curiosa, la ignorancia es perezosa.

Agradecer todos los días. Seamos agradecidos por todo lo que nos rodea, tanto circunstancias como      personas que nos ofrecen algo valioso de su vida. Agradece a la vida tu salud, tu familia, tu trabajo, tu condicional personal, etc. Piensa en el regalo invaluable que representa tu existencia.

Perdonar más. Evita guardar resentimientos y experiencias del pasado. La agresión, el dolor, la culpa y la ofensa son un regalo. Sé tu mismo y decide conscientemente si deseas recibir estos regalos, no guardes nada obscuro en tu corazón, ni remordimientos, ni arrepentimientos, ni envidias, ni frustraciones o apegos.

Demostrar tu amor. Demuestra cuán importante eres para ti mismo, regálate aquello que siempre quisiste, apapacha aquellos que amas, díselo, te sorprenderás de los resultados.

Justificarte menos. Aprende de tus errores, cuando los pasas por alto no se crece, mejor date cuenta de tu equivocación, acepta tu culpa y transfórmalo en una lección aprendida.

¡Haz que se vea fácil lo difícil!
Y enfócate a lo importante, ya que lo urgente puede esperar.






viernes, 8 de junio de 2012







1 Minuto de Aprendizaje




¿Cómo decirle a mi jefe que cometí un error y
necesito su ayuda?

 
Es más sencillo de lo que crees, si estás dispuesto a seguir estos 3 pasos,  puedes estar en camino de solucionar tu problema inmediatamente.

1 . Comunica la situación lo más rápido posible
Te invitamos a decir, comentar y plantear el problema lo más rápido posible. Evita esperar, olvídate de consultarlo con la almohada. En el momento que te encuentres con el problema o te des cuenta de que has cometido un error, en ese momento, toma acción y coméntalo de inmediato.

2. Comunica el error o problema tal como es
La claridad es fundamental, es necesario que tu jefe y tu equipo entiendan claramente que fue lo que sucedió, cómo sucedió y cuál fue el resultado. Evita tratar de adornar la situación, justificarla o buscar excusas. Enfócate en ser práctico y objetivo, en lugar de encontrar la manera más bonita de decirlo.

3. Sé propositivo
Acércate con una propuesta de mejora o de solución si es que la conoces, pide ayuda y lo que necesites para lograrlo, a fin de tomar responsabilidad y comenzar a corregir lo más pronto posible.
 
Como manejar la reacción del jefe o mí equipo.

No tomes la reacción de tu jefe o de tu equipo de manera personal. Conecta con tu sensación de haber hecho lo correcto, date cuenta que lo que estás comunicando en ese momento se sale de la expectativa de tu equipo y de tu jefe; es algo que no esperaban y ante eso puedes recibir diversas reacciones que no te es posible controlar, pero si evitar que te afecten personalmente.

Ten en cuenta que tu jefe a su vez tendrá que entregar cuentas a otra persona sobre la situación y que de inicio se preocupará de cómo hacerlo y de cómo comenzar a resolverlo junto contigo.

Recuerda que siempre será más funcional decir la verdad de inmediato, por dolorosa que esta sea. Es mucho mejor que vivir en agonía por esconder, desacreditar o tratar de disfrazar la situación y los hechos.

lunes, 4 de junio de 2012








Seis pasos para dejar los malos

hábitos personales


Los hábitos son acciones que tienen un efecto directo en nuestra vida y que realizamos de     forma metódica y constante. Ese efecto puede ser favorable o desfavorable, según el fin que queramos lograr y las conductas que adoptemos para fomentarlos.

Podemos enfrentar situaciones desagradables que queremos olvidar, por ello buscamos         remedios de rápida acción y por ello adoptamos malos hábitos que tienen un efecto nocivo para nuestro ser.

Un factor adicional: las emociones como el  sufrimiento, la depresión y la frustración son   perfectos para generar malos hábitos. Al sentir estás emociones somos más vulnerables a hacer  pequeños cambios para encontrar tranquilidad o satisfacción inmediata. Cambios, que en el  momento no pensamos que pueden volverse   parte de nuestra rutina, pero que sorprendentemente son aprendidos con velocidad y luego son increíblemente difíciles de dejar.

Para revertir los efectos del hábito adverso, debemos seguir estos simples pasos:

1. Aceptación: debes identificar el mal hábito, tener claridad de su existencia y de las razones por las cuales lo adquiriste.

2. Conciencia: debes identificar la emoción que te hace sentir así, reconocer el mal que te está afectando, lo que produce en ti y lo mal que te sientes cuando ocurre.

3. Visualización: tener claro y convencerte de lo que quieres lograr, a donde quieres llegar y  ponerte un objetivo. Siente la sensación de bienestar que experimentarás cuando lo anules. Piensa y visualízate en el futuro sin él.

4. Tomar la decisión: definir con exactitud   cuáles son los pasos a seguir, cuáles son los
compromisos que estás dispuesto a asumir, cuál será el camino de vuelta a la tranquilidad.

5. Fuerza de voluntad: tener la firme convicción de que puedes, con la confianza en que no  darás marcha atrás. Con fe en tu carácter y en la capacidad de sostenerte en tu decisión, de que lo que estás realizando para evitar un mal hábito no volverás a cometerlo.

6. Tomar acción: no lo dejes para después, no le des más tiempo para que se arraigue en ti,  actúa inmediatamente y sé persistente para lograr el resultado que esperas.

Sugerencia: Comienza poco a poco, integra una lista de 10 hábitos que disfrutas o disfrutarías renovarlos. Comienza por el primero y enfócate en uno a la vez.
 
Por ejemplo:

-Hábito de tiempo. Si acostumbras llegar tarde a una cita, una noche antes programa tu reloj para despertar más temprano y por ende salir más temprano de casa.

-Hábito de salud: pondré todo de mi parte para desayunar más sano y balanceado; y al salir de la oficina caminaré de 20 a 30 minutos cada día.

Es importante ponerse en acción y comprometerse con al menos 2 hábitos, buscar mejorarlos  poco a poco y premiarte una vez que cumplas tu objetivo de mejorarlos. ¿Cómo te premiarías?

Es momento de dejar aquellos hábitos que te afectan o te causan alguna insatisfacción, ya sea a corto o largo plazo, e incorporar a tu rutina aquellos que te hagan sentir mejor en el día a día, que contribuyan a la plenitud en tu vida y que impulsen tu camino al crecimiento continuo.
 
“Sea que nos guste o no nos guste, todo lo que está sucediendo en este momento es producto de las decisiones que tomamos en el pasado”.     

-Depack Chopra-



viernes, 1 de junio de 2012

6 Claves para superar el miedo al fracaso


El fracaso es un factor constante con el que tenemos que lidiar, más aún cuando vemos a cientos de exitosos ejecutivos caer junto a sus empresas. Un emprendedor tiene que aprender a asumir riesgos, por lo que es vital contar con escudo interno para enfrentar las críticas y el miedo al fracaso.

El miedo lo creamos nosotros, por lo que la solución también depende de nuestras decisiones. Recuerda que se puede sacar provecho a cualquier experiencia, por muy negativa que sea.


Te presentamos una serie de consejos para evitar que el miedo interfiera en el manejo de tu negocio:

Planifica. La planificación estratégica es una gran ayuda a la hora de tomar decisiones, ya que sabiendo lo que se viene, es más difícil tener miedo. Realizar un exhaustivo análisis, de nuestro entorno, te permitirá escoger aquellas estrategias más adecuadas para el desarrollo de un proyecto. Disponer de una estrategia correctamente planificada dará la seguridad suficiente para no caer en la inseguridad. La ilusión por emprender, por desarrollar nuevos proyectos siempre deberá ser mayor al miedo a que estos puedan salir mal.

Fija objetivos. Las metas deben ser realistas, adaptadas a la realidad económica, no inalcanzables. Las empresas deben imponer metas que supongan una mejora para la organización, pero sin crear presión ni miedo a no conseguirlos. Los objetivos deben ayudarnos a mantener la ilusión, ya que esta es un potente motor para conseguir aquello que nos proponemos.

Valora a quienes te valoran. Acércate a las personas que valoraran tu trayectoria, aquellos que te conocen desde hace un buen tiempo. Busca a alguien para apoyarte y pídele la opinión sobre tu desempeño y  lo que podrías hacer mejor. La persona que elijas, fuera o dentro de la compañía, debe ser equilibrada y objetiva. No busques meros halagos, sino a alguien que siempre te pueda decir la verdad.
No existen errores, sólo resultados. Si las cosas no están yendo como esperabas, no significa que seas un fracasado. Simplemente, la fórmula que estás aplicando no sirve para lo que buscas, de modo que sólo tienes que cambiarla, es más, buscar otra mejor.

No somos perfectos. Olvidamos cosas, no sabemos que existen formas de hacerlas mejor o simplemente actuamos bajo la influencia de patrones inconscientes de conducta y no tenemos conciencia de ello. Por lo tanto, no existe el hombre o mujer perfectos. No por eso vamos a ser irresponsables, dejando de asumir las consecuencias de nuestros actos.
Un margen de error siempre es válido, pero debes conocer el punto en que ya no lo es.

Aprende. Se puede aprender mucho más de los errores que de los éxitos. Capitaliza la experiencia, conocimientos, destrezas, habilidades y hábitos adquiridos en el proceso para que no vuelvas a dar los mismos pasos que no te llevaron a ninguna parte.




" Solo una cosa convierte en imposible un sueño:

el miedo a fracasar".   


-Paulo Coehlo-