Poniendo en práctica estos 3 pasos, te sentirás mejor contigo mismo y
lograrás ser asertivo. En una situación de conflicto
existen tres tipos de reacciones:
Algunos adoptan un rol pasivo
dejándose llevar por los demás, evitando el conflicto. Otros se tornan agresivos mostrando posturas egoístas y autoritarias,
ganándose el rechazo de los demás. Por último están las personas asertivas
que saben escuchar, respetan
la opinión de los demás pero no se dejan arrastrar por ellos, que expresan sus convicciones y forma de ver
la vida de forma espontánea, que no
temen decir que no cuando es necesario,
que reclaman sus derechos, y saben que tienen derecho a cometer
errores, a aceptar cumplidos, a discrepar abiertamente, a ser diferentes y
tratan a los demás con educación y respeto.
La asertividad es una destreza aprendida, no un rasgo de la personalidad por tanto el entrenamiento asertivo nos hace sentir más satisfechos al lograr expresarnos de la forma y en el
momento adecuado.
Es importante tener claro qué queremos, en qué cosas no podemos ceder y en cuales podríamos negociar, ya que de esta manera es más difícil que otros nos manipulen o presionen.
La autoestima
sólida fomenta la asertividad y a su vez, cada ocasión en que se practica la asertividad
fortalece la autoestima.
Los 8 pasos que facilitan la
asertividad son:
1. Identifica
tu estilo básico. ¿Eres
agresivo, pasivo o asertivo?
2. Valórate.
Identifica tus valores y cualidades. No
pidas disculpas siempre, hazlo sólo cuando sea necesario y que sea de corazón.
3. Identifica
las situaciones en las que quieres ser más asertivo.
4. Describe
las situaciones problemáticas. En
cada situación analiza: quién, qué y elementos que intervienen; identifica los
pensamientos negativos y el objetivo que quieres conseguir.
5. Escribe
un plan para el cambio de conducta. Deja por escrito las situaciones
problema y clarifica lo que quieres conseguir o mejorar.
6. Enuncia
tus argumentos con convicción y firmeza. Al expresarte mantén erguido tu cuerpo, fijando la vista en el otro. Habla de
forma clara, audible y firme, dando énfasis a cada palabra que pronuncies.
7. Admite
siempre tus errores.
Seremos más estimados y queridos por ese acto humilde.
8. Aprende a identificar y evitar las
manipulaciones de los demás.
Identifica cuando alguien intenta manipularte de forma consciente o
inconsciente, haciéndote sentir culpable, evadiendo la conversación o
haciéndose víctima y evita caer en ese juego.